Aquí está la receta original de las GACHAS manchegas, aunque esta es la
que hace en Corpa (pueblo de la Alcarria "madrileña, pueblos que
tienen como referencia geográfica y administrativa a Alcalá de Henares).
Es una receta que varía algo (poco) según los pueblos de la zona, y que tiene
en común utilizar como base la harina de "almortas" una planta
leguminosa (lathyurs sativus), anual y trepadora que solía utilizarse
antiguamente como forraje para el ganado. La receta nos la ha cedido un muy
buen amigo, Manolo, es la receta original que hacía su padre. ¡Casera,
tradicional, riquísima!
La receta la reproduzco tal cual nos la ha pasado el cocinero ;)
Ingredientes (para 4 personas)
harina de almortas (8 cucharadas colmadas)
La receta la reproduzco tal cual nos la ha pasado el cocinero ;)
Ingredientes (para 4 personas)
harina de almortas (8 cucharadas colmadas)
1 cucharada colmada de buen pimentón (que no esté
"atrasado")
½ cucharada colmada de alcarabea en polvo
¼ de cuchara de canela en polvo
1 litro (aprox.) de agua
aceite de oliva
250 gr. panceta de cerdo
2 chorizos (no curado, fresco o picadillo de chorizo)
sal
Preparación
En una cazuela honda de porcelana (de las negras con pintas blancas) o en una sartén de hierro (no de Teflon, etc,), echamos el aceite, que debe cubrir bien el fondo, y añadimos la panceta cortada en trozos (tiras no muy grandes) y el chorizo. Se fríe todo bien y se aparta en un plato.
½ cucharada colmada de alcarabea en polvo
¼ de cuchara de canela en polvo
1 litro (aprox.) de agua
aceite de oliva
250 gr. panceta de cerdo
2 chorizos (no curado, fresco o picadillo de chorizo)
sal
Preparación
En una cazuela honda de porcelana (de las negras con pintas blancas) o en una sartén de hierro (no de Teflon, etc,), echamos el aceite, que debe cubrir bien el fondo, y añadimos la panceta cortada en trozos (tiras no muy grandes) y el chorizo. Se fríe todo bien y se aparta en un plato.
Se añade 1 cucharada sopera bien
colmada de pimentón, la mitad de la misma cuchara de alcarabea y la mitad de la
cantidad de la alcarabea de canela. Se sofríe todo evitando que se queme la
mezcla anterior y se comienza a añadir la harina de almortas (aproximadamente 2
cucharadas soperas, también generosas, por persona). Evitando que se queme la
mezcla (fuego más bien bajo) se sofríe la harina (para que se tueste sin que se
queme y no sepa luego a harina cruda) y se va añadiendo el agua (por ejemplo
medio litro de una vez) y se añade sal al gusto. Se va moviendo la mezcla
(movimientos ciculares) continuamente con una paleta de cocina (de agujeros)
aplastando la mezcla contra el fondo de la sartén para que no queden grumos. En
pocos minutos la mezcla ira espesando e iremos añadiendo poco a poco más agua
para que quede una textura de papilla (no muy clara pero tampoco muy espesa).
Es importante que hierva y que haga "plof.-plof", a borbotones.
Cuando veamos que la papilla tiene la textura adecuada añadímos el chorizo y la
panceta junto con el aceite que halla quedado en el plato.
Mezclamos todo y
servimos inmediatamente a la mesa con los comensales alrededor con armados con
una cuchara sopera y un trozo de pan (si es bueno mejor). Es fundamental
que se coman muy calientes porque si se enfrían, la masa es incomestible. En
algunos sitios añaden ajos fritos, picatostes... pero estas son las que yo
hago.
Como curiosidad: esta receta de harina de almortas cuando se comía con mucha frecuencia y a veces casi exclusivamente; sobre todo porque la dieta era poco variada y la gente muy humilde, podía producir una enfermedad degenerativa del sistema nervioso llamada "latirismo" por el consumo crónico de ciertos aminoácidos contenidos en las semillas de las almortas.
Como curiosidad: esta receta de harina de almortas cuando se comía con mucha frecuencia y a veces casi exclusivamente; sobre todo porque la dieta era poco variada y la gente muy humilde, podía producir una enfermedad degenerativa del sistema nervioso llamada "latirismo" por el consumo crónico de ciertos aminoácidos contenidos en las semillas de las almortas.